La imagen corporal representa una construcción social con diversos referentes que parten del ámbito psicológico, dando lugar a patrones corporales específicos, los diferentes escenarios propician el aumento y la propagación de la insatisfacción corporal, esto genera emociones y pensamientos negativos que van cada vez en aumento. Según Sonia del Valle. Octubre de 2020 “Cada minuto, 5 adolescentes y jóvenes son víctimas de la violencia digital Cada cinco minutos adolescentes y jóvenes son atacadas, humilladas o acosadas en línea.

Al cabo de una hora serán 312 y al terminar el día, 7 mil 483. Entre 12 y 19 años y 4 de cada 10 de ellas recibió “el pack” sin haberlo solicitado; 3 de cada 10, un mensaje a través de sus redes sociales de una persona desconocida que utiliza una identidad falsa para contactarlas, y 3 de 10 recibió insultos o agresiones verbales”. Las agresiones son un tema constante que prácticamente se están normalizando, los adolescentes que son blanco de estos ataques deben saber que cuentan con una red de apoyo que en primera instancia es el círculo más cercano, es fundamental que lo comenten con sus profesores o padres quienes sabrán de qué manera actuar frente a la situación, también es importante que no guarden silencio para que la proliferación de la práctica se pueda minimizar.

Es primordial el cuidado psicológico desde temprana edad, los educadores y puntos de referencia con los que están en contacto los niños son parte importante de su desarrollo, si bien es claro que forjar una personalidad y un carácter de modo que no sean vulnerables ante las críticas es fundamental, pero no se puede obviar el hecho de que también se puede caer en  ser parte del problema, en donde los niños no son víctimas sino victimarios del Body Shaming y es eso precisamente lo que se debe mitigar toda vez que se presentan escenarios que propician comentarios mal intencionados en relación a la imagen.

El cuerpo presenta constantes cambios a lo largo de la vida, pero el cambio más evidente se da en la pubertad y el paso por las instituciones académicas va introduciendo  interés por la imagen corporal en donde se tiene afinidad por determinada estética, los espacios en donde se lleva a cabo actividad física son el actual foco de atención por parte de los adolescentes, es allí en donde pueden experimentar comentarios mal intencionados que a su vez desencadenan en sentimientos de inconformidad con su cuerpo y con su imagen, los comentarios trascienden al medio on line y lo que buscan principalmente quienes ejercen esta práctica es una burla constante, amedrentando y desvirtuando su imagen, las redes sociales han dado voz a todo aquel que quiera expresar su opinión, en este caso particularmente discriminando las características de los cuerpos que están expuestos en redes, lo que hace es promover que el valor de alguien está solamente basado en su aspecto físico generando etiquetas sobre lo que observan.

A raíz de esto, los adolescentes buscan la manera de cambiar su aspecto, tanto el círculo de amigos como la web se vuelven parte fundamental en el cambio, las publicaciones en redes sociales tienden a tener más filtros y retoques y sus búsquedas en la red van en pro del estereotipo ideal, los medios de comunicación han generado modelos de belleza que giran principalmente en torno a la delgadez femenina y el desarrollo muscular masculino. Se vuelve una constante el consumo de revistas, Instagramers, figuras públicas, deportistas y vida fitness. Su cambio empieza en el consumo de contenido informativo, cambio de vestuario, cambio de conductas sociales, cambio de alimentación y de apariencia, muchos de los adolescentes no están bien asesorados y sus cambios de hábitos y de alimentación van mal encaminados ya que según varios estudios, de la Asociación Contra la Violencia y la Bulimia revela que 9 de cada 10 casos de estos trastornos son sufridos por mujeres. y Según Flores Micker Brenda Francisca, 2018.

Insatisfacción Con la imagen corporal,  “Un estudio realizado en Colombia en una escuela privada con 68 adolescentes de 10 a 16 años, se encuestaron a 39 hombres (57%) y 29 mujeres (43%), de ellos el 13 por ciento (67% mujeres y 33% hombres) de los adolescentes presentan conductas alimentarias de riesgo (Cristancho, López y Liévano, 2015)”. Cada vez más jóvenes tratan de modificar su apariencia física utilizando métodos que ponen en peligro su salud,  una baja autoestima puede conducir a una excesiva preocupación por el aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas restrictivas, que no siempre producen los resultados deseados.