En un mundo lleno de omnicanalidad, invadido de contenidos e inmediatez, frases como ; “Que le paso” “Se dejó engordar” “No es lo suficiente linda” “Estaba más atractivo antes” “Tienes celulitis” se convierten en el pan de cada día, fomentando de manera negativa las percepciones que tenemos de nuestros cuerpos… ¿Pero de dónde provienen estas formas negativas de referirnos al cuerpo de otra persona?¿ Qué efecto tiene el contenido que consumimos? ¿Idealizamos la belleza gracias a contenidos digitales del día a día? Estas son algunas incógnitas todos nos preguntamos en una sociedad que busca la belleza eterna y perfecta.

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Pero primero, debemos entender aquellos factores que transforman nuestra percepción de ver la diversidad y sobre todo de olvidar la empatía que merecemos todos los seres humanos.  Para entender este fenómeno llamado Body Shaming o burla al cuerpo ajeno, debemos entender primero de donde provienen esas emociones negativas y comentarios negativos sobre el cuerpo.

Como bien sabemos, el ser humano siempre ha sido un ser persuasivo que prefiere pertenecer a la manda, que estar solo y destacar con luz propia…Un aspecto que debemos destacar para entender de dónde provienen esos comportamientos, son aquellos traumas que a lo largo de nuestra vida y niñez hemos tenido… Muchas veces estos comportamientos están ligados a contenidos que consumimos en la tv, la radio, el periódico.

Pero en un panorama más actual, el uso de redes sociales como Instagram, Facebook, tik tok nos han invadido, generando tendencias auto destructivas con nuestros cuerpos y salud emocional. Un factor esencial que debemos analizar… Pero ¿Qué pasa cuando nuestra salud mental está relacionada con el consumo de nuestros contenidos digitales? ¿A qué nivel esto puede afectar nuestra salud? Son aquellas dudas que a lo largo de este artículo trataremos de resolver. 

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Según Leira Pereira, 2020. “El aumento del tiempo dedicado al uso de las redes sociales está relacionado con la sensación de aislamiento del mundo real, lo que puede contribuir al desarrollo de trastornos mentales”  Ideales que a lo largo del tiempo son impuestos y más cuando gastamos la mayoría de nuestro tiempo en redes sociales, según varios estudios Brasil es el país latinoamenricano con más presencia en tiempo en redes. 

Es solo cuestión de recordar un segundo aquellas revistas, cuentas, influencers  que consumimos diariamente… en ellos una construcción de estereotipos era el pan de cada día, en donde la búsqueda de la belleza idealizada, un ejemplo claro eran los videos musicales; en ellos podíamos ver la belleza impuesta o las presentadoras de farándula, entre más “delgada y linda”, serias aclamada por el público. 

Para La fundación santo Domingo, las redes sociales se convierten en “ mecanismos de interacción social y cultural, y como tales deben entenderse y analizarse. En ese sentido, el fenómeno es imposible de comprender únicamente desde determinada dimensión. Aun así, es claro que las redes sociales, como cualquier otra interacción social, inciden necesariamente no solo en nuestra salud física sino en nuestra salud mental” 

Dicho esto, podemos entender que el uso excesivo de redes puede afectar nuestra salud mental, como bien sabemos el consumo excesivo de cualquier cosa puede generar dependencia y muchas veces adiciones innecesarias en nuestra vida.

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Llegando a este punto, podemos definir que Instagram es uno de los puestos más nocivos para nuestra salud mental, es solo ver a una super modelo ultra delgada de alguna marca de moda que seguimos e inmediatamente empezamos a comparar nuestro cuerpo y nuestros prejuicios y miedos empiezan a nacer, y más aún cuando entendemos que no entramos entre los estándares de belleza.

Según la OMS, el uso constante de estas redes, pueden generar afectaciones negativas a tu salud; como la pérdida del sueño, frustración, inconformidad con nuestro cuerpo, depresión, comparación excesiva. Dicho esto, entendemos que la constante búsqueda de encajar en los estándares impuestos por la sociedad y sobre todo en el mundo digital, pueden afectar nuestra salud mental y generar dependencia emocional, dando la oportunidad a un mundo lleno de prejuicios, estereotipos y negatividad.